viernes, 25 de diciembre de 2009

Pueblos Perdidos- Marisol Cáceres

Gil Blas Tejeira. (Escritor y promotor cultural). Nació en Penonomé, ciudad de juristas y letrados, el 18 de enero de 1901- Falleció en esta ciudad el 10 de agosto de 1975. Realizó solamente estudios primarios, sin embargo su empeño autodidacta y su aguda inteligencia hicieron de él uno de los más destacados cronistas y prosistas epigramáticos.
Bajo el seudónimo del “Caballero de Esplandián” sirvió en el vespertino la Nación, uno de las columnas más leídas del país en ese entonces. También cultivo el género del cuento, la poesía y la novela. Fue miembro de número de la Academia Panameña de la Lengua. Otros cargos que desempeñó durante su vida fueron: bibliotecario de la Biblioteca Mateo Iturralde de la ciudad de Colón, canciller del Consulado de Panamá en Kingston (1929-1931), tesorero del Ayuntamiento de Colón, diputado de la última asamblea constituyente, Embajador de Panamá ante el gobierno de Costa Rica y director fundador del semanario “Calle 6” de la ciudad de Colón, una gran elegancia estilística engalana todos sus escritos, que en su diario discurrir abordan temas de actualidad, con frecuencia matizados con alusiones clásicas. En ellos se da siempre en perfecta fusión, una base de vivencias personales y de reminiscencias literarias, cauce para el más ágil e ingenioso humorismo que se ha dado en tierra istmeña. Una de sus obras de mayor extensión es su Novela Histórica Pueblos Perdidos en la cual se pretende recoger las palpitaciones y hechos de uno de los períodos más críticos de la historia del Istmo (1882-1914), otras obras: El Retablo de los Duendes, Campiña Interiorana.
NOVELA PUEBLOS PERDIDOS
La historia comienza con la llegada de una familia guatemalteca al istmo de Panamá, procedente de un pueblo llamado la Antigua. Esta familia estaba compuesta por el Francisco Vera (padre), María de Vera (madre) y su hija María de Los Ángeles de 13 años. Estos llegan a Panamá en busca de mejor futuro con la apertura del Canal de Panamá; obra que dirigían los franceses en ese momento.
Al llegar aquí, el jefe de la familia el señor Vera, decide poner un negocio de comida el cual llamaron La Antigua en honor a su pueblo y aunque tuvieron varias dificultades pudieron salir adelante, pese a inundaciones y a movimientos sísmicos. El señor Vera era un hombre responsable tanto en el hogar, en el negocio como también instruía a su hija académicamente ya que él era maestro de profesión en su país.
Tres años vivieron entre vaivenes, pero la fiebre amarilla se encargó de desintegrar a tan noble familia, muriendo los padres de esta pequeña jovencita. Frente al destino la joven que ya tenía 16 años con la protección de una familia solidaria como la familia Salazar; emprendió el camino sola y siguió con el negocio que sus padres le habían dejado de herencia.
Surgieron muchos pretendientes, entre ellos se encontraba el abogado José Argüello; quien llegó hasta amenazar a la joven si no lo aceptaba como pareja. Todo se trataba de un chantaje de que la Compañía del Ferrocarril no le arrendaría más el contrato a la empresa que sus padres le habían arrendado, pero ella no aceptó este vil chantaje y se lo contó a su nuevo amigo y protector Pedro Prestán, un hombre serio, abogado e incorruptible y sin ninguna mala intensión protegía a la desamparada jovencita. Este al conocer el propósito de Joselito lo puso en su sitio y más nunca se metió con ella.
María de Los Ángeles, aunque desamparada conoció a Camile Rostand por medio de Prestán un ingeniero en la obra del Canal, quedaron los dos flechados de amor, un amor puro que le brindaba mucha protección a ella, y aunque él en su país tenía a su esposa a María la amaba y de buenas intensiones. La pareja de jóvenes fue ayudada en todo por su amigo en común Pedro Prestán, los cuales se unieron y tuvieron un bebé el cual era ahijado de Prestán.
Vemos que entre 1984 y 1985, Panamá, como parte aún de Colombia vivía ciertos momentos de revolución y se vislumbraba ciertos movimientos de esta índole.
Pedro Prestán; quien tenía un equipo de hombres para hacer frente a este movimiento, organizó un escuadrón de 200 hombres y que supuestamente recibirían armas de EEUU, pero todo se convirtió en un problema mayor; ya que debido a esta espera se da un encuentro entre Prestán y los tripulantes del barco Colón a quienes tomó de rehenes, es así que Prestán se enfrenta a la tropa de 160 hombres enviados por Gónima para deshacer dicho movimiento.
En este evento, en la ciudad de Colón donde se encontraba la tropa de Prestán y la ciudad comienza a arde en llamas y este es culpado de dicha acción donde hubo pérdidas materiales y humanas. Debido a estas acusaciones, él huye del lugar y se dirige hacia Cerro Popa y allá es buscado por el gobierno, luego al ver que no tenía apoyo allí de su amigo y compatriota Gaitán se dirige a Barranquilla y luego se traslada a el Estado de Magdalena en donde fue apresado.
El 11 de agosto de 1985, fue llevado a la ciudad en ruinas y luego a la Capilla de protestante, la cual la habían transformado en cárcel y cuartel. Allí es visitado por su amigo Camile Rostand y le pide por favor le proteja siempre a su esposa y a su hija, pero estas ya se encontraban seguras porque su amigo Rostand ya la había ubicado en San Cristóbal junto a María y a su bebé.
Prestán le cuenta que dos de sus seguidores habían sido ejecutados por el incendio que supuestamente él había ordenado para Colón, también le hizo saber que él correría con la misma suerte de ellos, sin embargo durante la charla Prestán le pide a su amigo que le entregue una carta a su esposa declarándole el gran amor que siente por ella y que se le sacara el corazón y fuera embalsamado y entregado a su esposa como muestra de su amor.
El 17 de agosto se instala en una barraca el juicio de Pedro Prestán, allí habían enemigos políticos y personales del reo, tenía un aspecto de lástima.
Fueron cuatro los extranjeros que lo acusaron de haber ejecutado la orden de incendiar a Colón; sin embargo a él no le permitieron testigos en el juicio para testificar que eso no fue así. Fue catalogado como un reo monstruosos de nivel universal, ya que con este supuesto acto tentó con todos los países del mundo. Él asume su defensa porque nadie lo quiso defender en ese proceso aunque él sabía que defensa era inútil. Allí él declara su culpabilidad en cuanto a la revolución encabezada por él y de haber tomado de rehén a los tripulantes del barco Colón; no así del incendio de la ciudad. También hace referencia a la traición de sus supuestos amigos de batalla como Gaitán, Núñez y otros.
Ese mismo día fue redactada la sentencia y fue José de Obaldía el único que se opuso a tal decisión, al igual que la gente del pueblo pero que por temor no se hacía sentir su oposición al hecho.
Mi Opinión
Me parece que es una novela muy bella desde su inicio con la llegada de la familia Vera, y los sucesos acaecidos en la revolución en donde Prestán fue una víctima de los gobiernos de Colombia y los Estados Unidos; ya que Pedro Prestán era para ellos una amenaza porque él era un líder revolucionario y eso representaba un peligro para esos gobiernos y es por ello toda esa patraña.


Por Marisol Cáceres C.
Ced. 8-419-3.

No hay comentarios:

Publicar un comentario